22 de octubre de 2014

El jugo de arándanos previene las infecciones de vías urinarias

En las personas sanas, la orina de la vejiga es estéril; no hay bacterias ni otros microorganismos infecciosos presentes. El conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo (uretra) no tiene tampoco bacterias, o contiene muy pocas, por lo que no es posible que causen infección. Sin embargo, cualquier parte de las vías urinarias puede infectarse por distintas causas, y entonces se produce una infección urinaria.
La importancia de las infecciones urinarias radica no solo en su frecuencia, sino también en el riesgo que tienen de originar otras alteraciones, como extensión de la infección, lesión renal progresiva e irreversible, y recurrencias, cuyo tratamiento y prevención resultan a menudo difíciles.

Estas son algunas de las causas de infecciones urinarias más comunes:
Sexo y actividad sexual: la uretra femenina parece especialmente propensa a la colonización bacteriana por su proximidad al ano, su corta longitud (unos 4 cm) y su desembocadura bajo los labios. El coito propicia la introducción de bacterias en la vejiga y se asocia temporalmente al inicio de cistitis (inflamación de la vejiga). Además, hay que resaltar que la micción tras el coito disminuye el riesgo de cistitis, debido a que puede favorecer la eliminación de las bacterias introducidas durante el coito. Asimismo, el uso de compuestos espermicidas con un diafragma, o de preservativos recubiertos de espermicida, modifica la flora bacteriana normal de la zona genitourinaria, y se ha asociado a un aumento de infecciones urinarias.
Embarazo: se detectan infecciones urinarias en el 2-8% de las mujeres embarazadas. Además, las embarazadas son más susceptibles a padecer infecciones urinarias altas, debido a que los uréteres están más relajados y se mueven menos, entre otras cosas. El sondaje, durante o después del parto, también aumenta el número de infecciones.
Obstrucción: cualquier obstáculo que interfiera en el flujo de orina (tumor, estrechamiento, aumento de tamaño de la próstata, cálculos...) aumenta la frecuencia de infecciones.

Alteraciones en la inervación (llegada de nervios) de la vejiga.

Reflujo vesicoureteral: se define como el paso de orina desde la vejiga hasta los uréteres y, en ocasiones, hasta el riñón, y se produce al orinar o cuando se eleva la presión de la vejiga. El reflujo es frecuente en los niños con anomalías anatómicas de las vías urinarias o en aquellos que tengan las vías normales pero infectadas.

Factores genéticos: se ha demostrado que las mujeres que han sufrido infecciones recidivantes tienen más casos de antecedentes maternos de ITU que mujeres que no las han sufrido.
                     Arándanos en prevención de infecciones de la vía urinaria


Aunque controvertida, la evidencia existente en la actualidad respalda el uso de antibióticos en bajas dosis durante largos periodos de tiempo para el control de las infecciones urinarias recurrentes. Sin embargo, uno de los principales problemas de prescribir antibióticos a dosis bajas por largos periodos de tiempo es el incremento de las resistencias bacterianas a antibióticos. Desde hace varias décadas el arándano se utiliza en la prevención de las infecciones urinarias recurrentes del adulto. La mayoría de los estudios han ido dirigidos a poblaciones con mayor riesgo de desarrollar infecciones urinarias, tales como mujeres embarazadas o ancianos; en todos ellos se concluye que, aunque el efecto del arándano parece ser beneficioso, se desconoce la dosis óptima.
Se  observa que el extracto de arándano interfiere con la adhesión de las bacterias a la vía urinaria, demostrando que puede ser uno de los mecanismos principales que expliquen el efecto antiadherente del arándano. La fructosa contenida en muchos jugos de fruta, también en el arándano, puede inhibir además la adhesión bacterias.  En diversos estudios se ha corroborado la utilizada del arándano en mujeres con riesgo de infección urinaria recurrente, concluyéndose que disminuye significativamente la incidencia de infección urinaria.
La dosis en adulto recomendada para personas con infecciones frecuentes de la vía urinaria es de 250 mililitros diarios; sin embargo para prevenir infecciones se recomienda el consumo de jugo de arándanos ocasionalmente.


15 de octubre de 2014

El ejercicio en exceso podría dañar tu riñón


Las recomendaciones de una vida saludable, una dieta adecuada y ejercicio físico regular, son unas de las principales recomendaciones de los médicos para evitar enfermedades. Sin embargo, podría padecer una enfermedad del riñón si uno abusa del ejercicio, una condición clínica denominada rabdomiólisis; de ahí,  que todo en exceso es malo.
Nefrólogos, alrededor del mundo, han descubierto que el hacer ejercicio en exceso está provocando insuficiencia renal tanto aguda como crónica en poblaciones jóvenes, principalmente el levantamiento de pesas.


La rabdomiólisis es una afección caracterizada por la lesión de las células musculares que desencadenan una serie de alteraciones orgánicas que ponen en riesgo la vida. Puede suceder por causas hereditarias, pero también es importante saber que puede desarrollarse por ejercicio intenso y excesivo.

Para prevenir el desarrollo de la rabdomiólisis se requiere la realización de ejercicios físicos controlados y en condiciones adecuadas.

La rabdomiólisis se inicia por la lesión muscular con daño celular, lo cual ocasiona la liberación de su contenido al torrente sanguíneo, mientras que los elementos extracelulares ingresan al músculo. Así, el potasio, el magnesio el fósforo y el pigmento proteínico llamado mioglobina salen del músculo para alcanzar la sangre y su metabolización puede ocasionar grandes daños renales.

Además, los músculos no se encuentran en situación normal y ésto ocasiona síntomas muy diversos que pueden ir desde el dolor muscular, la rigidez y calambres, hasta el malestar general, debilidad muscular y signos de deshidratación.


También puede presentarse fatiga, fiebre, dolor articular, hinchazón muscular y náuseas o vómitos. Si bien los síntomas pueden ser de escasa gravedad, las complicaciones más frecuentes pueden poner en riesgo la vida, como son la insuficiencia renal y las alteraciones cardíacas.
Es una enfermedad que si bien afecta generalmente a pacientes con factores genéticos que predisponen a la misma, muchos deportistas pueden padecerla en su forma menos grave a causa de los esfuerzos físicos excesivamente intensos, por ejemplo, al entrenar con pesas o en corredores de maratón, a los cuales afecta sobre todo, en pantorrillas y espalda.

El ejercicio excesivo no sólo lesiona la estructura celular sino que vacía sus depósitos energéticos y altera el transporte celular, lo cual puede provocar la retención de calcio que activa las enzimas proteolíticas que destruyen las células y así, se inicia las alteraciones antes dichas.

Realizar actividad física de manera regular y en condiciones adecuadas, reduce el riesgo de desarrollar rabdomiólisis, pero si no se realiza con previo calentamiento, no se reponen las pérdidas adecuadamente o se realiza en exceso, puede desencadenarse la enfermedad.

Por eso, para prevenir este síndrome a causa del entrenamiento, es importante ejercitarse con regularidad, con técnicas adecuadas, con una intensidad que se incrementa gradualmente y a un ritmo que permita la recuperación muscular tras el esfuerzo. Asimismo, ingerir líquidos y reponer las pérdidas de electrolitos es indispensable para evitar su aparición.

Lo que repetimos muchas veces acerca de las condiciones de entrenamiento, no sólo puede evitar dolores o calambres, sino que puede prevenir una enfermedad mucho más severa y riesgosa como es la rabdomiólisis y la insuficiencia renal aguda.


Entonces, disfrutemos de los beneficios del ejercicio físico, realizándolo de forma segura y bajo condiciones adecuadas.

7 de octubre de 2014

Cuánta agua debes beber cada día?

 ¿Cuánta agua debes beber cada día? Una simple pregunta, con aparentes respuestas fáciles. Diversos estudios han generado distintas recomendaciones en los últimos años, pero en realidad, tus necesidades de agua dependerán de muchos factores, incluyendo tu salud, tu nivel de actividad y el lugar donde vives. Muchas personas se preguntan si es cierto aquello de que debemos tomar 8 vasos de agua al día para mantenernos hidratados y saludables. Este post te brindará información al respecto.
Haz una prueba y pregúntale  a cualquier persona ¿cuánta agua debe beber al día para estar saludable? Te responderá de forma casi instantánea “8 vasos”. Con gran seguridad darán la misma respuesta. Todo el mundo parece conocer esta máxima de sabiduría popular. Sin embargo, tenemos que preguntarnos si en realidad es lo que necesitamos para mantenernos hidratados y sanos.
Desde hace mucho tiempo, se ha estudiado la fisiología humana, en particular la hidratación y el metabolismo humano. En los años 40, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, recomendó que debiéramos beber un mililitro de líquido por cada caloría que consumíamos. Haciendo los respectivos cálculos, esto equivale a casi 8 vasos de agua para una dieta de 2,000 calorías. La Academia Nacional de Ciencias fue clara en recomendar que esta cantidad de líquidos pudiera provenir también del líquido que contienen los alimentos. Sin embargo, hay que considerar que no todas las personas consumen  2,000 calorías al día.
En base a lo anterior, se han realizado varios estudios experimentales en humanos, donde la mayoría ha concluido que los tan sonados “8 vasos de agua” al día, en realidad no tienen repercusiones positivas ni negativas sobre la salud. Por lo menos, no tienen efectos comprobados científicamente. “No hay una evidencia clara de los beneficios de tomar mucha agua”, y “tampoco hay una evidencia de que no tenga beneficios”. Es decir, aún no existen estudios científicos que comprueben ninguna de las dos teorías.
Entonces, en resumidas cuentas, con estos hallazgos que parecen contradecirse, ¿cuánta agua debo tomar al día? Para entenderlo bien, primero debemos detenernos a analizar la importancia que representa el agua para nuestro organismo.
El agua es el principal componente químico de nuestro cuerpo y representa cerca del 60% del peso corporal. Cada célula y cada sistema de tu organismo depende del agua: ya sea para transportar nutrientes, eliminar toxinas o para mantener hidratados ciertos órganos y tejidos. Si no tomas agua, sientes sed, que es una manifestación de que tu cuerpo se está deshidratando, es decir, que está perdiendo el agua que necesitas para poder cumplir con todas sus funciones vitales.
Cada día, pierdes agua a través del sudor, de la orina, de la respiración y de las heces fecales. Por eso debes estar reemplazando constantemente el agua que pierdes. Pero ¿Cómo saber cuánta agua necesitas? Como ya se dijo en la entrada del post, eso depende de cada persona: estilo de vida, actividad física y factores ambientales como el clima. En general, los médicos recomendamos entre 8 y 9 vasos. Y para que se den una idea, esta cifra se calculó de la siguiente manera:

3 de octubre de 2014

10 tips para mantener tus riñones sanos



Hoy en día la enfermedad renal crónica (ERC) representa un problema de salud pública mundial, con una prevalencia de aproximadamente 10%. Aquí 10 tips para prevenir el desarrollo de esta enfermedad y mantener sanos sus riñones.

Estrategias para mantener sanos tus riñones

  Incremente su actividad física. El sedentarismo suele ser uno de los factores determinantes de enfermedad renal, esto debido a que la falta de actividad física acorde con cada edad afecta al funcionamiento de los riñones.

  Alimentación saludable. Aliméntese con frutas y verduras, hidrátese constantemente. Prefiera las carnes blancas, sobre todo el pescado, y utilice aceite de oliva o maíz en los condimentos. Evite las grasas, las carnes rojas, las gaseosas y la sal en exceso.

  No se automedique. Los medicamentos tomados en dosis inadecuadas o no recetados son tóxicos para los riñones (principalmente los analgésicos). Acuda al médico si presenta algún problema de salud.